Cada año, entre enero y marzo, miles de turistas se desplazan a las costas dominicanas para ver la migración de las ballenas jorobadas.
Algunos estudiantes sordos sintieron por primera vez los sonidos de las ballenas por vibraciones, gracias a unas mochilas de alta tecnología y a María Batlle, una artista dominicana que utiliza la música como instrumento educativo para niños y niñas sordos.
La tecnología Subpac, ideada por productores musicales de EE.UU. con la idea de transmitir la música al cuerpo, da a las personas sordas la oportunidad de aprender sobre el comportamiento de las ballenas y la vida marina en general.
Poder experimentar los sonidos de esta manera es algo maravilloso. Es una muestra más de como la tecnología puede mejorar la vida de las personas.
Mejoran la atención policial a las personas sordas.
En el curso 2015-2016 solo había un 25% de estudiantes mujeres en ingeniería y arquitectura. Actualmente estos porcentajes han cambiado llegando a equiparar el número de mujeres y hombres en algunas universidades como la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Algunas de las estudiantes que han cursado estos estudios declaran no haber sufrido discriminación ninguna por el hecho de ser mujeres en la universidad, pero que si lo han sufrido en el mercado laboral con los sueldos, permisos de maternidad y paternidad, etc… Aún que muchas coinciden en que faltan políticas de igualdad más efectivas. Sienten más presión para demostrar que valen tanto como sus compañeros.
A raíz de estas situaciones se han creado diferentes grupos, asociaciones u organizaciones de mujeres en este ámbito. Como por ejemplo Imaginegirls, una sección de una asociación de estudiantes de Ingeniería Informática, que nació con el objetivo de crear un espacio donde las mujeres no se sientan juzgadas ni en minoría.
Estás mujeres trabajan para que más mujeres se animen a estudiar una ingeniería eliminando así los estereotipos machista, impulsando la igualdad social y cultural.
La doble exclusión que sufren las personas sordas en prisión.
Cuando cualquier persona entra en prisión pasa a depender de la Administración Penitenciaria obligado a cumplir su régimen, cuyo incumplimiento supone una sanción. Al mismo tiempo también tiene derecho al tratamiento penitenciario que tiene como objetivo la reinserción social. Actualmente no existen los medios suficientes para garantizar los derechos de las personas sordas.
A la llegada al módulo se ingresos se reparte un folleto explicando normas, derechos y deberes, sin tener en cuenta que las personas sordas pueden necesitar de la Lengua de Signos para la comprensión de dicho folleto.
Durante las primeras semanas el equipo técnico (psicóloga, educadora, trabajadora social…) realizan entrevistas para saber el régimen que corresponde a cada preso. Se dan casos en los que, al no poder comunicarse con la persona sorda esta pierde su derecho a la progresión en grado y queda excluida de actividades culturales, deportivas,…Además de las muchas sanciones impuestas por incumplir ordenes que no han escuchado.
Ahora más de 170 personas se encuentran con sus derechos vulnerados por el mero hecho de ser sordos. La ley exige que las Administraciones Públicas incorporen en todos los entornos la Lengua de Signos y tecnología que facilite su uso, pero éstas no lo cumplen.