Visualfy

La segunda ola del COVID19 ya está aquí: ¿está el sistema preparado para no dejarnos fuera a las personas sordas otra vez?

   

La respuesta sigue siendo NO. Todavía no existen protocolos de actuación para atender a las personas sordas en caso de colapso sanitario, no se ha confirmado si podremos contar con la asistencia de intérpretes en hospitales, las mascarillas transparentes siguen pendientes de homologar… Vemos con preocupación todo lo que está ocurriendo y tememos volver a la situación vivida hace unos meses.

En las últimas semanas hemos visto cómo lejos de reducirse, la segunda ola de contagios por el coronavirus no ha hecho más que crecer, sobre todo en la capital, donde hoy reinan la preocupación y la incertidumbre, donde el temor a un posible nuevo confinamiento va en aumento. La ciudadanía no deja de preguntarse si realmente se ha aprendido algo de lo vivido durante la primera ola. Las personas sordas seguimos con mucha preocupación todo lo que está ocurriendo, la falta de accesibilidad nos convierte en un colectivo vulnerable como aquí te contamos y tememos volver a revivir la desesperante experiencia de hace unos meses.

La accesibilidad de las personas sordas durante la pandemia, todavía sin garantías

Miles de personas sordas en España arropadas por las Asociaciones y Federaciones de Personas Sordas llevamos meses reclamando medidas que no nos dejen atrás, aunque hemos conseguido algunos avances como la adaptación de la información en Lengua de Signos, todavía queda mucho por hacer. Hace unos días en Galicia, con motivo del Día Internacional de las Personas Sordas, grupos de personas se manifestaban a las puertas de varios hospitales bajo el lema: “Sin una atención sanitaria accesible, las personas sordas estamos en riesgo.” Reclaman la incorporación inmediata de intérpretes en los centros sanitarios para facilitar la accesibilidad comunicativa, uno de los obstáculos que más nos ha afectado durante los meses críticos de la pandemia y para el que todavía no se ha encontrado solución. Los protocolos de actuación existentes en el sistema sanitario no tienen en cuenta nuestras necesidades comunicativas y ello, a estas alturas, es realmente preocupante.

Foto: Sandra Alonso. La Voz de Galicia.

Otra de las barreras que dificultan más si cabe la comunicación están siendo las mascarillas. Tras meses solicitando la homologación de mascarillas accesibles, el activista sordo Marcos Lechet lanzó una campaña en verano para pedir al gobierno su fabricación y distribución consiguiendo 80.000 firmas. Recientemente la propuesta llegó hasta el ministro Salvador Illa, quien adelantó en un programa televisivo que ya se encuentra trabajando en ello y que en “cuestión de días”  la homologación de las mascarillas transparentes será una realidad, como se puede ver en el Tweet que Marcos Lechet compartió desde su cuenta. 

Aun así no olvidemos que las medidas de accesibilidad necesarias para no excluirnos no terminan aquí. En el ámbito sanitario todavía se debe hacer mucho más para facilitar la accesibilidad auditiva. Instalar sistemas de bucles magnéticos y alarmas de emergencia adaptadas es algo que todavía está pendiente en muchos hospitales.  Además la mayoría de centros médicos siguen sin contar con alternativas a las llamadas telefónicas para pedir cita o ponerse en contacto con los pacientes, algo que ya está dificultando el acceso a la atención sanitaria y que se agravaría en caso de colapso tal y como ocurrió hace unos meses.  

Salvador Illa adelanta que en “cuestión de días”  la homologación de las mascarillas transparentes será una realidad Clic para tuitear

En otros ámbitos como el laboral y el educativo todavía seguimos pendientes de protocolos que impidan que nos quedemos fuera en caso de fuertes medidas restrictivas de movilidad. ¿Contarán los niños que así lo necesiten con intérpretes y materiales adaptados para no perderse nada durante todo el curso? ¿Se adoptarán las medidas necesarias para que ningún empleado encuentre barreras de accesibilidad al realizar su trabajo desde casa? También nos preguntamos si los bancos habrán adaptado por fin sus plataformas para hacer gestiones de manera online, ¿serán más accesibles que antes? ¿Y el SEPE? ¿Por fin se adaptará a las necesidades comunicativas de todos los trabajadores de nuestro país? 

Urgen protocolos y medidas para facilitar todo lo posible la accesibilidad

El tiempo se agota y en la mayoría de los ámbitos citados anteriormente, pese a haber mejorado en ciertos aspectos, todavía queda mucho por hacer para no volver a cometer los mismos errores en materia de accesibilidad de la primera ola. Si no se toman decisiones de manera urgente y bajo el asesoramiento de expertos corremos el riesgo de volver a ser excluidos. Recordemos que la accesibilidad es un derecho fundamental de todas las personas que con frecuencia tiende a ser vulnerado, y eso es algo que en tiempos críticos de pandemia no podemos permitir.