María Eduarda tiene 18 años y es una chica sorda sudamericana. Hace tres años fue operada para ponerse un implante coclear y también un audífono para poder escuchar, pero hace unas semanas, cuando salía del instituto, unos delincuentes la tiraron al suelo y se los robaron.
Ahora, sin su implante y su audífono su vida ha cambiado completamente, solo puede comunicarse leyendo los labios. Sus padres comentaron que no entienden por qué se los robaron si los audífonos están adaptados a las necesidades de cada persona.
Saben que volver a ponerse un audífono y un implante es muy caro, por eso esperan que la gente les ayude o puedan encontrar los que le robaron para que su hija pueda volver a tener una vida normal.