Lengua de Signos para bebés: todo lo que necesitas saber

Enseñar Lengua de Signos a los bebés les permite comunicarse e interactuar sin necesidad de hablar, facilita sus capacidades a la hora de desarrollar el lenguaje oral y prevé posibles barreras comunicativas que pueda encontrarse en un futuro. Sigue leyendo para conocer más acerca de la Lengua de Signos para bebés y todos los beneficios que les aportan. 

Cada vez más padres enseñan Lengua de Signos a sus bebés. Las ventajas de hacerlo son infinitas. Desde bien pequeñitos son capaces de expresar sus necesidades sin necesidad de hablar y más tarde tienen facilidades a la hora de desarrollar el lenguaje. En países como Estados Unidos es ya una práctica habitual que poco a poco se está extendiendo a otros países, entre ellos España. En este post te contamos cómo la Lengua de Signos puede beneficiar a tu bebé y te damos algunos consejos de expertos para que puedas empezar a ponerlo en práctica cuanto antes. 

Enseñar Lengua de Signos a los bebés, una práctica habitual por la que cada vez apuestan más familias

La Lengua de Signos, además de servir a las personas sordas para comunicarse, también puede servir a otros colectivos que también encuentran dificultades a la hora de expresarse a través del lenguaje oral, como es el caso de las personas con necesidades especiales. Hace poco escribimos sobre ello, puedes leer el post aquí. En los últimos años se está volviendo una práctica habitual entre muchas familias enseñarla también a los bebés, tengan o no dificultades para oír bien. 

Los niños y niñas empiezan a desarrollar sus habilidades motrices finas, necesarias para poderse expresar a través de las manos, al cumlir el primer año de vida. El desarrollo del lenguaje oral tarda un poco más, pues no se produce hasta los dos años. La Lengua de Signos les permite comunicar fácilmente sus necesidades sin tener que hacerlo a través del habla, en este vídeo puedes hacerte una idea de cómo funciona.

La Lengua de Signos permite a los bebés expresarse pero también a los padres entender qué pueden necesitar en un momento dado. Si eres padre o madre seguro que has sentido desesperación más de una vez al ver que tu bebé lloraba desconsoladamente y no había manera de calmarlo o descubrir el por qué de su llanto. La Lengua de Signos es un recurso que derriba las barreras comunicativas entre hijos y padres al que ambos pueden acudir siempre que lo necesiten.

Las ventajas de su práctica van incluso más allá. Manejar la Lengua de Signos facilita la adquisición y el desarrollo del lenguaje más adelante. Al utilizarla se consigue estimular diferentes partes del cerebro relacionadas con el lenguaje que influirán positivamente en su  aprendizaje futuro. Enseñar Lengua de Signos a edades tempranas también puede ayudar a prever posibles problemáticas en los años venideros, recordemos que muchos trastornos comunicativos son diagnosticados durante la infancia y la adolescencia. Conocer la Lengua de Signos serviría de gran apoyo si se diese el caso. Aprenderla también les permitirá conectar con otras personas que la utilizan en su día a día eliminando las barreras comunicativas que existen entre diferentes colectivos como por ejemplo el de las personas sordas, haciendo de este mundo un lugar más inclusivo para todos. 

¿Cuándo empezar a enseñarles los primeros signos? Las recomendaciones de los expertos

Se recomienda empezar poco a poco con signos sencillos y progresivamente ir aumentando la complejidad conforme vamos viendo que los niños se adaptan bien y los utilizan con facilidad. La ventaja de la Lengua de Signos frente a otras vías comunicativas es que es muy visual y sencilla. Con un simple gesto es posible expresar un concepto lo que hace que todavía sea mucho más fácil aprenderla.

A los ocho o nueve meses de vida puede ser un interesante momento para empezar. En ese momento muchos niños ya son capaces de decir ‘adiós’ con las manitas imitando a sus papás, también pueden hacer lo mismo con otros signos igual o más sencillos incluso. Se recomienda enseñarles el signo al mismo tiempo que lo decimos en voz alta y repetirlo varias veces cada día. Así será mucho más fácil para el niño o niña relacionar el signo con su significado y poco a poco empezarán a hacer también ellos lo mismo.

Es importante elegir signos que se correspondan con conceptos clave que utilicemos en nuestro día a día. Algunos ejemplos de signos con los que empezar podrían ser : agua, caca, comida, dormir, mamá o papá. Para que te hagas una idea, los signos son similares a los que se enseñan cuando los bebés empiezan a aprender sus primeras palabras.

Para enseñarle puedes apoyarte en fichas con imágenes de los significados de cada signo o señalar objetos a tu alrededor. Una vez aprendidos los signos, no olvides continuar expresándolos siempre junto a la palabra en voz alta, de esta forma irá relacionando esos mismos conceptos con su expresión a través del lenguaje oral que aprenderá más adelante. 

También es recomendable que al mismo tiempo que el bebé va aprendiendo los diferentes signos también lo haga el resto de la familia e incluso comentarlo con los trabajadores de la guardería en el caso de que vaya a una. Así practicará todo el tiempo y casi sin darse cuenta mejorará rápidamente su destreza, lo que le motivará a seguir aprendiendo nuevos signos. 

Como ves, enseñar Lengua de Signos a los más pequeños aporta infinitas ventajas y hacerlo es realmente fácil. En España esta práctica no ha hecho más que aterrizar y es difícil encontrar todavía cursos e información en nuestro idioma. Si quieres aprender más te recomendamos buscar información en internet sobre ‘baby sign’, su significado en inglés, o  acudir a Asociaciones de Personas Sordas donde encontrarás cursos para aprender su lengua. También puedes visitar el perfil de Aprende con Lauu en redes sociales donde Laura Espejo, una profesora profesora sorda aconseja a padres y madres, allí seguro que encuentras contenido interesante que te pueden servir. 

Esperamos que este post te haya servido para introducirte en la enseñanza de la Lengua de Signos para bebés y te animes a probarla. ¡Te sorprenderá lo rápido que tu bebé aprende!