Leer los labios es una habilidad que puede desarrollar cualquier persona; ser capaces de saber lo que nos está diciendo alguien con sólo mirar su boca. Pero son las personas sordas quienes trabajan esta habilidad y la acaban utilizando en su día a día, aunque sean usuarios de ayudas técnicas o algún tipo de aparato auditivo. Descubre en este post lo difícil que puede resultar a una persona con pérdida auditiva hacer una buena lectura labial, y cómo podemos ayudarle a hacerlo teniendo en cuenta algunos pequeños detalles.
Rachel Kolb es una joven estadounidense, graduada en Stanford y, en el momento que escribimos este post, realizando el Doctorado en Literatura Inglesa. Como persona sorda que es, su área de interés es la comunicación a través del lenguaje para la integración social de las personas sordas. A raíz de un ensayo que escribió, llamado “Leyendo a la velocidad del sonido”, en el que quería llamar la atención sobre lo difícil que puede ser leer los labios para las personas con discapacidad auditiva, National Geographic ha realizado un pequeño cortometraje con ella misma de protagonista. Aquí podéis verlo.
El papel de la lectura labial en la integración de las personas sordas
La propia Rachel comenta que ama la Lengua de Signos. En sus propias palabras, “las personas que la utilizan cobran vida, ponen todo su cuerpo en movimiento”. Pero, lamentablemente, no todo el mundo utiliza lengua de signos; “vivimos en un mundo auditivo”, explica Rachel.
Por ello, la combinación de Lengua de Signos y lectura labial es para Rachel una solución perfecta, ya que utilizando ambas se capta tanto el lenguaje verbal como el no verbal de las personas: “es una comunicación completa, y yo necesito ambas”.
Pero todas las ventajas que posee la lectura labial se pierden cuando el interlocutor no se pone en la piel de la persona sorda, y no adapta su forma de hablar para que ésta pueda entenderle.
Dificultades a la hora de hacer una buena lectura labial
La vida real no es un laboratorio, por lo que tenemos que identificar determinadas situaciones donde puede ser difícil, para una persona sorda, hacer una buena lectura labial.
- Lugares con poca luz.
- Varias personas hablando a la vez en la misma conversación.
- Que la persona que nos habla se gire a mirar algo.
- Vocalización poco pronunciada.
- Hablar demasiado rápido.
- Que el interlocutor se tape la boca mientras habla.
Estas son algunas de las variables que dificultan el poder hacer una buena lectura labial. Todo esto, unido a que la otra persona no conozca Lengua de Signos, hace casi imposible una comunicación natural de una persona sorda. Por ello es muy importante que todo el mundo conozca una serie de consejos para hablar con una persona que hace lectura labial.
Condiciones para una correcta lectura labial
Es normal que una persona oyente no sepa cómo comunicarse con una persona sorda.
Si somos una persona sorda que hacemos lectura labial, es importante que, si se produce alguna situación que nos impida hacerlo correctamente, se lo comuniquemos a nuestro interlocutor. Podemos ayudarle dándole unos pequeños consejos para que podamos leer bien sus labios.
- Debemos pedirle que adapte la velocidad a la que habla al ritmo que más cómodos nos sintamos: puede ser igual de difícil leer los labios a alguien que habla muy rápido, como a alguien que ralentiza su discurso porque cree que así le entenderemos mejor.
- Hablar de frente y mirando a los ojos.
- Que no se gire o mire en otra dirección mientras nos habla.
- Que sus labios no estén tapados por el cuello del abrigo o una bufanda, y que evite tapar su boca con la mano.
- La luz del lugar debe ser la adecuada.
- Si la conversación es de grupo, deberemos colocarnos en algún lugar donde podamos ver bien a todos los participantes. Y éstos deben tener en cuenta respetar el orden de palabra y no hablar a la vez.
- El idioma en el que se habla es también muy importante: si se introducen anglicismos, palabras en otros idiomas o un determinado argot.
La lectura labial es una herramienta a la que cualquier persona puede sacar mucho partido, pero que puede ser vital para la comunicación de las personas sordas. Y es necesario que las personas con las que hablamos tengan en cuenta esta serie de pequeños consejos para que la comunicación sea más fluida. ¡Leamos a la velocidad del sonido!