El agua de la piscina, la humedad, el calor, la música fuerte… En verano las probabilidades de sufrir una infección de oído aumentan, pero con unas sencillas pautas es posible cuidar los oídos de forma fácil. Te damos las claves para hacerlo.
Estamos en pleno verano y lo que apetece ahora es disfrutar. Ir a la playa, a la piscina, pasar tiempo con la familia o amigos, salir a hacer deporte en la naturaleza, escaparse a algún sitio… En resumidas cuentas, apetece desconectar y olvidarse de todo. Aunque no deberíamos hacerlo por lo menos de nuestros oídos, que en estos meses veraniegos requieren de nuestra atención más que nunca. Una mala higiene podría tener como consecuencia una infección de oídos que nos estropease un poco el verano que tenemos por delante. Cuidarlos es fácil, con las pautas que te daremos a continuación. Sigue leyendo.
- Limpia correctamente tus oídos. Sabemos que te limpias los oídos casi todos los días. Pero, ¿lo haces bien? Como te contamos nuestro post ‘Cuida tus oídos también en invierno’, lo que más recomiendan los expertos es limpiar los oídos a base de agua periódicamente para eliminar el cerumen acumulado que puede dar lugar a tapones e infecciones.
- Cuidado con los bastoncillos, no siempre son los más adecuados para limpiar los oídos. Los especialistas también recomiendan huir de los bastoncillos de siempre, pues muchas veces en vez de eliminar el cerumen lo arrastran haciendo que se acumule en nuestro oído.
- Sécate los oídos después del baño, ¡previene las infecciones! Del mismo modo que te secas el cuerpo cuando sales de la piscina, tómate un minuto para secar también tus oídos, te lo agradecerán. Además, pueden prevenir infecciones.
- Si te duelen los oídos, evita sumergirte en el agua. Parece obvio, ¿no? Pues aun así mucha gente lo hace y no se dan cuenta de que puede agravar mucho más la infección. Si vas a bañarte y te duelen los oídos, además de no sumergirte es muy recomendable también llevar tapones, para evitar que te entre agua si te salpican o te sumerges momentáneamente por accidente.
- Si el dolor persiste, ve al otorrino, nunca nunca te automediques. Esto es algo que nos vienen diciendo desde pequeños y no se puede tener más razón. Automedicarse puede causar efectos secundarios.
- Evita tirarte de cabeza. Sabemos que es el salto estrella del verano y que este año entre los más peques tampoco faltará la competición de a ver quién se tira mejor de cabeza. Es conveniente saber que la entrada de agua de forma abrupta en nuestro oído también puede ser perjudicial. Así que cuidadín.
- Si vas a hacer deporte y llevas auriculares limpialos con frecuencia. Una de las grandes ventajas del verano es que si estamos de vacaciones tenemos todo el tiempo del mundo para practicar nuestros deportes favoritos. Correr, hacer senderismo, andar junto a la orilla de la playa… Muchos elegimos la música para acompañarnos en esos ratitos y en nuestros auriculares suelen quedar restos de sudor. Recuerda limpiarlos con frecuencia para evitar infecciones.
- Cuidado con la música a todo volumen. Verano también es sinónimo de festivales al aire libre y fiestecillas improvisadas con los amigos. Evita ponerte cerca de los altavoces, baja el volumen o ponte unos cascos con disminución de ruido. La música demasiado alta puede provocar pérdida auditiva y otras alteraciones en el oído.
- Volar aumenta la presión en los oídos (algunos consejos si vas a viajar en avión). Si ya has viajado en avión anteriormente seguro que conoces esa sensación molesta de taponamiento en los oídos cuando despega el avión que muchas veces no desaparece hasta que no llegamos a nuestro destino. Hay algunas formas de combatirla, por ejemplo: mascando chicle.
- Cuidado con las ayudas técnicas, el agua, la humedad y el calor también puede estropearlas. Si utilizamos ayudas técnicas en nuestro día a día hay que tener especial cuidado con ellas en los meses de verano, pues la humedad, el exceso de calor o una accidental caída al agua pueden ser muy perjudiciales. Te recomendamos tener a mano esta guía por si se te moja el audífono por accidente.
Cuidar los oídos en verano como ves es facilísimo, solo hay que poner especial atención a algunos factores como el agua, la humedad, el calor y el sudor para mantenerlos a raya y que no nos afecten más de la cuenta. Si sigues nuestros consejos la salud de tus oídos te lo agradecerá. Ahora solo nos queda desearte un feliz verano. ¡A disfrutar!