Las prótesis auditivas, ya sean audífonos, implantes cocleares u osteointegrados, han revolucionado el mundo de la audición. Personas que pierden el sentido del oído, o que han nacido sordas, pueden recuperarlo gracias a estas tecnologías. En el momento en que se adaptan una de estas prótesis, comienza el proceso de aprender a escuchar. Y para ello es necesario el entrenamiento auditivo. En este post te contamos en qué consiste el entrenamiento auditivo y cuáles son sus fases.
Quizá estemos habituados a que, tratándose del sentido de la vista, cuando hay algunas patologías como cataratas o dioptrías, una operación o el uso de unas gafas hacen que casi inmediatamente volvamos a sentir la nitidez, distinguir correctamente formas y colores, o leer. Pero el caso de la audición es distinto, ya que, al percibir multitud de sonidos continuamente, tenemos que enseñar a nuestro cerebro a discriminar aquellos que son importantes a cada momento.
El tipo de prótesis auditiva elegida o la edad de adquisición del lenguaje, factores clave en el proceso de entrenamiento auditivo
Preguntamos a Miguel, acerca de su experiencia como implantado unilateralmente a edad adulta, tras haber perdido progresivamente la audición en ambos oídos.
“Yo me acostumbré a ir perdiendo la audición. Casi no me daba cuenta que cada año oía menos, porque de manera inconsciente empleaba técnicas que me ayudaran a escuchar: ladear la cabeza, acercarme más, evitar los ambientes ruidosos. Hasta que llegó un momento en que apenas escuchaba y la solución que me propusieron fue un implante coclear. Cuando me lo activaron podía oír, pero no escuchar. A mi oído llegaba una mezcla de sonidos, y era incapaz de distinguir el sonido ambiente de lo que me decía mi mujer. Tenía incluso que quitarme el implante por las molestias que me causaba. Hasta que comencé a trabajar la rehabilitación y el entrenamiento auditivo”.
Casi todos los adultos que comienzan a utilizar audífonos o implante coclear son postlocutivos, es decir, ya aprendieron a utilizar el lenguaje en su momento, y su reto es aprender a escuchar de nuevo. En el caso de los niños, la mayoría de los que tienen discapacidad auditiva son prelocutivos, con lo que han de aprender a escuchar para, además, aprender a hablar.
Es por ello que en estos procesos son vitales las intervenciones de profesionales como logopedas, audiólogos y foniatras.
Fases del entrenamiento auditivo: de la detección y diferenciación de los sonidos a la comprensión de los mensajes
El entrenamiento auditivo se realiza siguiendo las instrucciones de un profesional de la audición. Dependerá, como ya hemos visto, de factores como el tipo de prótesis, la edad o la calidad de adquisición del lenguaje del paciente, pero normalmente el programa tiene 5 etapas:
- Detección: el paciente ha de determinar la presencia o no de sonido.
- Discriminación: diferenciar entre sonidos. Al paciente se le presentan dos sonidos (ruidos o palabras), y debe poder diferenciar si son iguales o diferentes.
- Identificación: saber identificar un determinado sonido dentro de una pequeña gama de opciones.
- Reconocimiento: el paciente entrena para reconocer, sin ayuda externa, un determinado sonido y saber relacionarlo en su contexto. El sonido que realiza un animal, o determinados tonos de timbres.
- Comprensión: última fase del entrenamiento auditivo, donde el paciente ya debe comprender una frase, o responder a una adivinanza o pregunta que se le realice.
La tecnología ayuda al entrenamiento auditivo
Gracias a la tecnología, las personas con pérdida auditiva que realizan entrenamiento auditivo pueden practicar en cualquier momento. Tan sencillo como reproducir un ruido de fondo (olas de mar, lluvia, etc) y tratar de entender qué se le está diciendo, para que el cerebro pueda entrenar la discriminación.
El entrenamiento auditivo se realiza siguiendo las instrucciones de un profesional de la audición. Dependerá de factores como el tipo de prótesis, la edad o la calidad de adquisición del lenguaje del paciente. Clic para tuitearPero en un mundo tecnológico como el que vivimos, las posibilidades son ilimitadas. Una prueba de ello es la APP Mínimo, que propone entrenamiento auditivo a través de lo que se llama “pares mínimos”, es decir, parejas de palabras que sólo difieren en un fonema.
Desarrollada, entre otros, por la Fundación Vodafone España y la Fundación Dales la palabra, podéis conocer su funcionamiento a través de este vídeo. Os va a encantar todo lo que puede hacer.
Por otro lado, nuestro dispositivo Visualfy Home también es un aliado para el entrenamiento auditivo, ya que convierte los sonidos de nuestro hogar en señales luminosas, creando un contexto adecuado para aprender a diferenciar distintos sonidos que pueden ocurrir en nuestro hogar: timbre de teléfono, timbre de la puerta, llanto del bebé, alarma de incendios, etc.