Pese a la heterogeneidad, diversidad y complejidad del colectivo, es generalizada la clasificación de la sordoceguera en dos principales grupos: la sordoceguera congénita y la sordoceguera adquirida. La primera es la de nacimiento o de cuna y sucede, obviamente, antes de la adquisición del lenguaje. La segunda, es la que aparece durante el transcurso de la vida.
El 27 de junio se celebra el “Día internacional de la sordoceguera” como homenaje al nacimiento de Helen Keller, la primera persona sordociega que logró graduarse en la universidad en 1904.
La sordoceguera es una discapacidad severa. La dificultad de comunicarse con los demás es extrema. Durante mucho tiempo, las personas sordociegas han vivido aisladas del mundo. Salir a la calle solas podía convertirse en una actividad de elevado riesgo ya que vivimos en un mundo de símbolos, imágenes, sonidos e indicadores, que las personas sordociegas no pueden decodificar.
La principal barrera de las personas sordociegas es la comunicación.
De hecho, no es hasta 2016 cuando llega a España el bastón rojo y blanco que identifica a las personas sordociegas en la sociedad. Dispositivo que les dota de más seguridad y autonomía, ya que les reconoce como personas sordociegas.
Las manos son los ojos y los oídos de un sordociego, que se comunica con el mundo gracias, generalmente, a dos sistemas básicos: sistema dactilológico (escritura en la mano) y lengua de signos, apoyada por un guía-intérprete. Su contacto con el mundo se produce a través del sentido del tacto. De él reciben un 3% o 4% de la información total del entorno.
Uno de los principales retos de las personas sordociegas: La necesidad de ser autosuficiente.
La necesidad de ser autosuficiente es uno de los principales retos a los que se enfrentan las personas sordociegas y que, con los apoyos necesarios, hacen que sea totalmente posible que puedan desarrollar una vida plena. Con el apoyo, esfuerzo y sacrificio necesario, es posible salir de esa “burbuja natural” a la que pueden verse abocados debido a su sordoceguera.
Asociaciones como FASOCIDE y sus afiliados ASOCIDE juegan junto con la ONCE un papel importantísimo en la mejora de la calidad de vida de las personas sordociegas. Pero no son los únicos. La tecnología se ha convertido en el medio que… Clic para tuitearLa tecnología para un mundo más accesible en las personas sordociegas
Tradicionalmente han sido las “tablillas” en tinta o en braille los recursos más utilizados por las personas sordociegas para comunicarse con su entorno sin necesidad de intermediarios. Es un proceso más fluido de lo que parece, a priori, según algunos testimonios. De todas formas, existen actualmente otras alternativas que mejoran este sistema considerablemente.
PervasiveSUB y su aplicación GoAll es pionera en España y permite, de un modo eficaz, eliminar la barrera de los subtítulos en todo el mundo. Ahora, las personas sordociegas pueden recibir y disfrutar los contenidos televisivos de información y ocio sin ningún intermediario y en una línea Braille.
La tecnología abre, de este modo, puertas y, sobre todo, alimenta la esperanza de las personas sordociegas de romper su silencio y oscuridad.
Los sordociegos tienen mucho que aportar
Las personas sordociegas no son ciegos que no oyen ni sordos que no ven, son personas sordociegas, con identidad y personalidad propia. Personas con capacidades extraordinarias como es el caso de Gennet Corcuera, cuyo afán de superación la llevó a ser la primera española y europea sordociega, que logra superar una carrera universitaria. Además, es la actriz- protagonista de la película-documental “Mi nombre es Gennet”. Película cuyo objetivo es dar visibilidad, luz y voz a este colectivo que afecta a 6.000 personas en España y 60.000 en Europa. Película-documental, por cierto, que se estrenará próximamente en España.
La historia de Javier García Pajares también es una historia de valientes que no deja indiferente a nadie. Sordociego desde la adolescencia, y primer Erasmus sordociego de Europa, Javier es se Licenció en Derecho y ADE en 2017 y lo ha conseguido gracias a su sobresaliente esfuerzo y determinación. Javier, además, llegó a una conclusión muy inspiradora durante su estancia de Erasmus: “Nunca digas no a un sueño que no has intentado”, “Nunca te proclames perdedor en una batalla que no has luchado”.
Desde Visualfy estamos seguros de que, si se pusieran los medios adecuados, los resultados podrían ser increíbles. Y si, además, les brindásemos el apoyo necesario, cualquier objetivo sería posible. Nosotros trabajamos desde el corazón y apostamos, definitivamente, por mejorar la calidad de vida de las personas sordas, porque de verdad creemos que un mundo más accesible es posible con la ayuda, esfuerzo y colaboración de todos.
Como dijo Helen Keller, “Lo mejor y lo más bonito de esta vida no puede verse ni tocarse, debe sentirse con el corazón”.
¡¡FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA SORDOCEGUERA!!