Eliana Fredes, logopeda y autora del blog ‘Oír, pensar, hablar’, reflexiona sobre la importancia de fomentar la inclusión en los colegios.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, define la educación inclusiva como “el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades…” de esta forma “involucra cambios y modificaciones en contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con una visión común que incluye a todos los niño/as del rango de edad apropiado y la convicción de que es la responsabilidad del sistema regular, educar a todos los niño/as”.
La educación es un DERECHO.
Este concepto parte del principio de que cada niño presenta capacidades, intereses, talentos y necesidades de aprendizaje diferentes y, por lo tanto, son los sistemas y programas educativos los que deben diseñarse y ponerse en marcha respetando la amplia diversidad del alumnado.
En España comenzó el proceso de integración educativa en el año 1985 hasta en la actualidad con Ley Orgánica para la Mejora de la Ley Educativa 8/2013 (L. O.M.C.E.), en donde reafirma que será de aplicación lo indicado en el capítulo II del título I de la Ley 2/2006, del 3 de mayo, en los artículos 71 a 79 bis, “al alumnado que requiera una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de aprendizaje, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar, para que pueda alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado”.
También reafirma que la “escolarización del alumnado que presenta dificultades de aprendizaje se regirá por los principios de normalización e inclusión y asegurará su no discriminación y la igualdad efectiva en el acceso y permanencia en el sistema educativo”. (Artículo 14, LOMCE 8/2013).
El proceso de inclusión es un proceso complejo. Dependerá de cada niño, de la etapa en el desarrollo (lingüístico, cognitivo, emocional) en la que se encuentre, de la sensibilización, información, valores y estrategias de los directivos y profesorado. Pero sabemos que todos nos beneficiamos de este proceso.
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El alumnado se enriquece con la diversidad
El mundo es diverso y qué mejor que tener compañeros con los que aprender e interactuar sobre dicha diversidad, los aportes y necesidades de cada uno y la maravillosa complejidad del ser humano. Todos aprendemos de forma diferente y esto siempre es un aporte positivo a la hora de visualizar y respetar las necesidades de cada persona.
Aprendemos sobre valores
- El respeto: la capacidad de entender que más allá de ‘mis derechos’ y ‘mis libertades’, también existen los derechos y las libertades del otro; el respeto es esencial para tener una buena convivencia y comunicación con mis pares.
- La solidaridad: el prestar ayuda a otras personas, construyendo una mejor sociedad.
- La empatía: el poder ponernos en el lugar del otro, comprenderlo, ayudarlo y motivarlo.
- La cooperación: para poder vivir en una sociedad armoniosa y trabajar en común.
- La comprensión, la tolerancia: el saber escuchar y aceptar a las personas como son.
- La generosidad: las personas generosas tienen buena autoestima, son conscientes de la importancia de cada persona teniendo iniciativas positivas y siendo cariñosos.
- La espera: en los tiempos de la inmediatez, debemos darle a cada niño su tiempo para aprender y procesar la información, como también para participar activamente en las escuelas.
Potenciamos lo mejor de cada uno
Aprender a ver las aptitudes de cada uno y potenciarlas para ser la mejor persona que pueda ser:
“Si crees en mí, te sorprenderé ” Anna Vives.
Tenemos Amistades diversas
Nos da la oportunidad en un espacio cotidiano de convivir con una amplia variedad de niños, cada uno con sus propias necesidades y capacidades individuales. De esta manera, a través de los valores mencionados con anterioridad evitaremos el acoso escolar.
Igualdad de oportunidades
De esta manera todos optamos a las mismas oportunidades de aprendizaje y desarrollo, teniendo en cuenta y respetando nuestro punto de partida y a través de un aprendizaje colaborativo; sacando lo mejor de cada uno para poder enriquecernos como personas, a los demás y ser ciudadanos en plena inclusión educativa y social. (Ver aquí ventajas de contar con equipos inclusivos en las empresas).
Eliana Fredes Albarracín
Gda en Logopedia Coleg. Nº 29/0495
Diplmda en Terapia Auditivo Verbal
Lic. En Pedagogía
Máster en Atención Temprana
Responsable del Servicio de Logopedia del Centro Auditivo OírT en Málaga.
Logopeda y CEO del Blog oirpensarhablar.com